Eva y Sergio tenían claro que para el día de su preboda no había nada más bonito que irnos a la sierra de Huelva para disfrutar de esos rinconcitos que solo podemos encontrar allí. Si a esto le unes esa preciosa perrita llamada Bimba que corrió, jugo y saltó todo lo que quiso y más, dio como resultado una preboda de la que realmente estoy enamorado.